El cartel de, “Agosto cerrado por vacaciones” es
algo cotidiano que se puede ver en establecimientos de barrios de ciudades del
interior de España, sobre todo en la
última quincena de agosto. Es lógico, que los empresarios de pequeños negocios
familiares, aprovechando la ausencia de clientes y las elevadas temperaturas de
las mesetas, desconecten durante algunas semanas de la rutina diaria para dar
un respiro al trabajo y sobre todo a la mente. Por ello, no queda otra que colgar el
letrero de “Agosto cerrado por vacaciones” para recobrar nuevas fuerzas y de
paso, dar forma a nuevas ideas para seguir sacando adelante los negocios.
La inestabilidad internacional se ha disparado en agosto con
la escalada de violencia en la Franja de Gaza, con consecuencias devastadoras
para la población civil y muy especialmente para los niños. Afortunadamente en los
últimos días se ha llegado a un acuerdo para el alto el fuego con una nueva
tregua que deseo abra las puertas a una paz duradera, algo difícil por el clima
de crispación y odio entre los dos contendientes palestinos e israelitas. No
existe actualmente ninguna guerra a gran escala, pero
sí interminables conflictos armados y cada vez más radicalizados como el
de Ucrania, Siria, Libia, Irak y Nigeria. Pero además,
existen contiendas en países casi olvidados como Congo, República
Centroafricana, Somalia, Mali, Yemen, Sudán, etc.
Hace una semana leí un artículo sorprendente que indicaba: España, de
enfermo de Europa a motor del crecimiento. Resumo lo más importante
del mismo: «España
se está germanizando y Alemania se afrancesa a pasos agigantados, casi a la
misma velocidad a la que
Francia se españoliza». Este era el diagnóstico sobre Europa
que realizaba hace solo unos meses el servicio de estudios de una de las
principales entidades financieras alemanas, el Deutsche Bank. Y las cifras de
crecimiento económico que hemos conocido hace solo unos días apuntan en esta
dirección. España lideró el avance de la zona euro en el segundo trimestre, con
un alza del PIB del 0,6%, frente al estancamiento de Francia (0%), la
contracción de la economía germana (-0,2%), que algunos consideran temporal, y
la recesión en la que ha vuelto a sumirse Italia, tras acumular dos trimestres
consecutivos de descensos. Lejos quedan aquellos tiempos, no tan lejanos, en
los que España era el principal quebradero de cabeza para la Comisión Europea ,
para la señora Merkel ,
para el FMI, e incluso para Obama«.
Ojala se confirme la tendencia y las familias
españolas puedan mirar el futuro con mayor optimismo, o lo que es lo mismo, con
trabajo y dinero, pero hay datos que asustan: La deuda pública española alcanzó
y superó el pasado junio el umbral histórico del billón de euros, hasta alcanzar 1.007.319 millones de euros en junio, por lo que ya supone el
98,2% del PIB, según los últimos datos del Banco de España. La escalada del endeudamiento que las Administraciones
españolas deben a bancos e inversores de todo el mundo casi se ha triplicado a
lo largo de esta larga crisis. El grueso de la deuda se encuentra en
valores a medio y largo plazo, que suponen más de dos tercios de la deuda
total. Sin embargo, la deuda pública a través de valores a corto plazo se redujo en 1.348 millones de euros.
El IBEX 35®, la prima de riesgo y el euro se
mantienen en valores similares al final de julio, es decir, IBEX 35® se sitúa
en los 10.729 puntos, la prima de riesgo española se mantiene en 135 puntos y
el EUR/USD => 1,313. (1€ = 1,313$).

