lunes, 1 de junio de 2015

Mi parecer de MAYO 2015.


Desearía no escribir sobre política, ni políticos, pero lamentable siento preocupación por el nuevo escenario político que refleja los últimos comicios locales y autonómicos en España. La fragmentación  resultante de las últimas elecciones celebradas en mayo aumenta la incertidumbre y provoca complejidad para hacer frente a los compromisos asumidos con los socios europeos, lo que podría a su vez perjudicar el sostenimiento del crecimiento español.

A pesar de todo, los cambios acaecidos como consecuencia de la jornada electoral del 24 de mayo, no son tan radicales como se preveía por la fuerte irrupción de los nuevos movimientos ciudadanos pero no obstante generan algunas modificaciones significativas.

El desplome del PP, que gobierna en España con mayoría absoluta, ha salido muy debilitado tras las elecciones municipales y autonómicas. A pesar de seguir siendo la fuerza más votada del país, el PP ha bajado 11 puntos con respecto a las municipales de 2011 y 21 con respecto a las generales de ese mismo año. Por su parte el PSOE, a pesar de su discurso complaciente, ha perdido 670.000 votos en las municipales, siendo el peor resultado de toda la democracia con solo el 25% de apoyos. Otros partidos han desaparecido del panorama político español.

Estas elecciones han sido la segunda toma de contacto con el electorado desde la aparición de los partidos emergentes, pero a la tercera será la vencida y esa definitiva batalla se librará en las elecciones generales del próximo invierno. Es hora de que unos y otros afinen la puntería para ganar adictos, pero con el pasado corrupto de unos y la inexperiencia de otros, la batalla está servida. Aunque no se pueden extrapolar los resultados de estas elecciones con las generales, si se puede anticipar profundos cambios en el voto del electorado.