domingo, 1 de febrero de 2015

Mi parecer de ENERO 2015.


Asqueado de la política, corrupción, paro, desigualdad, violencia, egoísmo, cobardía, hipocresía, falsedad, odio y resentimiento, de este mundo controlado y dirigido por tanta mediocridad, donde se deberían de apreciar mucho más los valores de las personas y sobre todo trabajar para mejorar su calidad de vida.
La vida es efímera y la mayoría la pasamos sin pena ni gloria. Lo importante de la vida es pasar por ella de forma tranquila y sosegada pero disfrutando a tope de ella en cada instante de nuestras vidas. Es triste que solo una mínima parte de los humanos disfruten plenamente de ella, cuando el resto malviven y sufren todo tipo de penurias cada día. A pesar de vivir en plena era tecnológica, guerras, violencia, abusos, esclavitud, pestes, hambrunas, escasez, malnutrición y  enfermedades asolan al tercer mundo. Las desigualdades persisten como en la lejana Edad Media. Los ricos cada vez tienen más y la pobreza se extiende por todos los continentes.
La vida es algo maravilloso y frágil que algunos no dejan saborear. Es el más preciado bien que tenemos en este mundo. La vida implica la capacidad de nacer, crecer, reproducirse y morir. La vida es como una vela de cera que encendemos un día y se va consumiendo poco a poco y ante un fuerte batir del viento se puede apagar en cualquier momento. Es en definitiva, una carrera de fondo donde se empieza fresco y después de salvar infinidad de obstáculos se termina exhausto y agotado del duro tránsito de la vida.
Va siendo hora que todos los organismos internacionales, controlados por los ricos, ayuden verdaderamente a mejorar el nivel de vida a los más pobres. Por favor, colaboren en ayudar a los pobres en sus países de origen, evitando de esta forma las corrientes migratorias que tantos muertos está ocasionando en el mundo. Valoremos la vida y ayudemos a vivirla mejor y más feliz.