sábado, 1 de agosto de 2015

Mi parecer de JULIO 2015.


Mes de insufribles y eternos días abrasadores y noches tropicales. Así ha sido y seguirá siendo el mes de julio en Castilla y España. Sin embargo, los espacios del tiempo en las distintas cadenas de televisión, en ocasiones tienen tendencia a exagerar cuando hablan de “ola de calor”. Es habitual que en esta época del año las temperaturas se disparen hasta las máximas del año en la mayoría de lugares de la Península. En la cuenca del Guadalquivir, lo normal es que la mayoría de los días de julio los termómetros superen los 35º, pero también suben en otras zonas menos calurosas.
 
En la actualidad contamos con los medios necesarios para soportar mucho mejor el calor que nuestros antepasados. Hogares y puestos de trabajo mejor acondicionados para los rigores del verano, así como, ropa y calzado más cómodo y perfectamente adaptado para el calor. La alimentación nos ofrece una mayor diversidad de productos y sobre todo,  electrodomésticos para cocinarlos y consérvalos sin ningún tipo de problema.
 
Los veranos en otras épocas eran igual de rigurosos, pero sin embargo un verdadero infierno por las condiciones de vida, especialmente para los habitantes de las pequeñas poblaciones rurales. En estos lugares, se carecía de lo más mínimo, agua corriente y a partir de aquí todo eran penurias. Trabajos excesivamente físicos para la recolección agrícola del cereal en plena canícula veraniega. Falta de aseo e higiene corporal, unido a la desnutrición fomentaba infecciones y enfermedades.
 
En definitiva, en julio es normal que haga calor y no podemos hablar de “ola de calor”, cuando las temperaturas, aun siendo altas o incluso muy altas, sean relativamente habituales en el periodo estival. Por tanto, el pasado mes de julio, no ha sido muy distinto climatológicamente hablando de como siempre ha sido el verano en nuestra querida España.